El cuerpo humano está formado por miles de células, las cuales crecen, se dividen y mueren.
Las células son reemplazadas por una célula nueva y joven, pero en el cáncer, este proceso se descontrolan y las células viejas no mueren, las nuevas se siguen produciendo sin ser necesarias y debido al exceso, pueden generar masas que se van a conocer como “tumores”
Las células cancerosas pueden tener la capacidad de influir en células sanas, así como en sus funciones, alterando de esta forma el suministro de nutrientes, generando deficiencias o alteraciones en el uso de estos, siendo así capaz de afectar a nuestros sistemas, inclusive al sistema inmune, ya que este mismo puede ser evadido por las células afectadas o bien hacerlo funcionar a favor de ellas, por lo que es importante reforzar el sistema inmune mediante:
- una dieta equilibrada, balanceada, adecuada, inocua
y suficiente
a nuestras necesidades.
Durante el tratamiento para cáncer.
Existen diversos síntomas que se pueden encontrar entre ellos se encuentran:
- nauseas
- vómito
- diarreas
- estreñimiento
Todos estos síntomas pueden afectar nuestro estado nutricio por el bajo consumo calórico, déficit de nutrientes o el poco aprovechamiento de los mismos, lo que nos puede desencadenar a una desnutrición.
Síntomas que nos ayudan a identificar que una persona esta entrado en este estado de desnutrición:
- pérdida acelerada de peso ó bajo peso
- cansancio
- fatiga
- susceptibilidad a las infecciones
- retraso en la cura de heridas
- resequedad en piel y cabello
- caída de cabello constante
- uñas quebradizas